Tradición que desafía. Electrónica que emociona. Copla que late.
Hubo un tiempo en el que decir lo que una sentía podía costarte el sitio. La copla, durante décadas, fue el único canal para muchas que no tenían voz, ni espacio, ni permiso.
Jiménez con Jota recoge esa herencia y la remezcla con su propio lenguaje: sintetizadores, beats, emoción cruda y mucha verdad.
Después de abrir camino con Moscatelito (2024), su primer trabajo, el dúo vuelve con más claridad, más riesgo y más identidad.
El nuevo EP “Sí, soy” no busca agradar: busca contar. Contar lo que duele, lo que se supera, lo que una se atreve a nombrar cuando ya no tiene que justificarse.
Son Coplas con base electrónica y letras que se entienden a la primera: como un consejo, como una advertencia o como un grito.
No se trata de técnica ni de nostalgia. Se trata de decir las cosas con el cuerpo, como hicieron tantas antes. Pero ahora, con un beat que empuja desde dentro.
A lo largo de sus cuatro temas originales, "Sí, soy" oscila entre la tradición coplera y la experimentación electrónica, combinando arreglos contemporáneos y letras afiladas donde la voz se vuelve trinchera y copla no es nostalgia: es resistencia y linaje vivo. Son cuatro canciones que cruzan raíz y vanguardia, memoria y cuerpo, emoción y electrónica.
Folklórica, Ojalá Tengas Suerte, Falsa Monea y Herida, son un compendio de advertencias, duelos y aprendizajes.
Una colección de canciones nacidas de relaciones tóxicas, vínculos que asfixian, el arte de saber olvidar y, sobre todo, el coraje de reafirmarse desde la herida.
Nacen de experiencias personales, de conversaciones con amigas, de refranes de abuela, de finales que no fueron dignos y comienzos que no fueron fáciles.
Relaciones que dolieron, intuiciones que avisaron, vínculos que asfixiaron… Y el poder de decir “sí, soy” cuando ya no queda nada que demostrar.
Este EP traza un nuevo mapa sonoro donde la copla no es ornamento ni nostalgia: es resistencia emocional y sanación colectiva.