Esta canción es un tiro certero al corazón del malestar contemporáneo, un anti-brindis generacional que convierte el caos social en una lista de monstruos cotidianos con los que convivimos. Y lo mejor: sin caer en dramatismos vacíos ni en clichés simplones.
“Todos los caminos siempre acaban en tu casa...” Así arranca el tema, con la frase que también da nombre al EP. Porque aunque el mundo se tambalee, aunque parezca que no hay futuro claro, seguimos volviendo. A la raíz. Al lugar donde aún se puede llorar sin vergüenza.
"Dando gracias" no hace una lista de males, sino una radiografía emocional de lo que implica estar vivos hoy. Una mezcla de ironía, resistencia y belleza herida, en un tema con cambios de ritmo, intensidad creciente y un tono tan afilado como melódico, moviéndose entre el rock con músculo y la ironía lúcida. Apto para quienes resisten sin eslóganes de autoayuda, acostumbrados a bailar con los pies en los escombros.
Un tema recomendado para quienes necesitan expresar su rabia a través de un manifiesto de resistencia vital, en un retrato generacional con distorsión y belleza combativa. Para los que se sienten huérfanos del futuro, pero aún encuentran el consuelo en la música y en volver a casa al refugio del abrazo.
La banda quiere agradecer expresamente.... "A la precariedad laboral, a los aranceles, al cambio climático, a las altas expectativas, a la sobrecualificación, a la responsabilidad afectiva, a la crisis de la mediana edad, a la burbuja inmobiliaria, a la corrupción política, a los micromachismos, a las operaciones estéticas, a la inteligencia artificial, a las sobredosis de fentanilo, a las subprimes, a los vertidos de petróleo y los microplásticos, a los ciberataques, a las guerras nucleares, al síndrome de la impostora, a las relaciones efímeras, al estrés crónico y la ansiedad, a la obsolescencia programada, a la imposibilidad de pensiones futuras, al retorno de los autoritarismos, los apagones, la adicción a las redes y el FOMO, al futuro incierto y la soledad estructural".