NEVVER vuelven con "Finde"

NEVVER vuelven con un nuevo single digital, probablemente una de sus canciones más accesibles hasta el momento.


NEVVER siguen sus paisajes bucólicos herederos del shoegazing y las bases y el fraseo más cercano al hip hop y al trap, sigue ese lenguaje único y propio en el panorama musical que no tiene parecido conocido. 
Pero “Finde” tiene además un estribillo pegadizo, eufórico, emocionante, en una canción llena de nostalgia: la evocación de los veranos, las ganas de repetir los buenos momentos, la resignación a que probablemente no vuelvan. 
Una resignación a la que colabora un lyric video especial, con una animación maravillosa y con una visión solitaria y de quietud desde una ventana. Ventana desde la que podemos ver una ciudad vacía y el paso de la noche, donde reinan las sombras y donde se crea un estado de ánimo singular. 
Porque la música de NEVVER es un estado de ánimo, y “Finde” es, probablemente, su culminación musical. Ya sabemos que, en la música, como en todo lo demás, todo está inventado. Lo oímos y lo repetimos mil veces. Por eso nos rompemos cada vez que tiene lugar uno de esos extraños instantes, mágicos, únicos, en los que creemos estar escuchando algo nuevo. Y cuando eso ocurre en nuestro idioma, la sensación es todavía más intensa. NEVVER son una banda con muchas cosas que aportar, de una manera absolutamente nueva y sorprendente.


Curiosamente, el primer disco de NEVVER se titulaba “Disforia”. No lo esconden, su intención es remover entrañas, perturbar, descolocar. Este trío de Getafe compuesto por Javier Aparicio (voz), Borja Aranda (teclados y guitarras) y Raúl Serrano (bajo), ha hurgado entre el shoegazing, el trap, el dream-pop, el hip-hop y el synth-pop para encontrar una voz propia. Sorprenden sus formas, pero impactan las emociones elegidas, el vehículo que nos transporta a lo largo de este viaje. A diferencia de muchos de los ritmos urbanos que acunan a día de hoy a tres amigos que crecen juntos en la ciudad madrileña y pasan su tiempo en un viejo garaje, NEVVER usan la tristeza, la sensibilidad y la melancolía para expresar su frustración. 

Como JOY DIVISION, como DÉCIMA VÍCTIMA, como LOW, como BEACH HOUSE, utilizan paisajes sonoros que tensan los lagrimales, pero ahí está el flow apesadumbrado, ahí está el autotune, cierto groove arrastrado, los sintes ochenteros… Sí, esto es uno de esos momentos en los que uno piensa que está bailando arquitectura, así que mejor formen ustedes su propia idea con el sonido real del grupo.
Como fans de la música, resulta altamente excitante cuando te encuentras de frente con una propuesta de esas que necesitas tantos adjetivos para ubicarla que sabes que lo único que vas a hacer es desmerecer lo que suena. Y cuando encima ese mensaje angustioso, que transmiten de manera tan directa, te va calando, te acongoja, cuando las notas de la guitarra de “Duelo” penetran en lo más profundo, ves la belleza que hay en la tristeza, esa de la que los amantes de la música estamos profundamente enamorados, esa que sólo algunos agraciados consiguen tocar y contar. 


Al otro lado “Varsovia” incidia en la parte más afroamericana, el flow, la rima, la urbe, los suburbios, y una vez más la ciudad en ruinas, oscura, de noche, el paisaje hecho jaula. Pero la tristeza sigue calando.


Bienvenidos a NEVVER. Las ocho canciones de “Disforia” son un universo poliédrico en el que os invitamos a sumergiros. Con oídos abiertos y espíritu libre. Sin prejuicios ni cortapisas. Oportunidades así ocurren pocas veces. Volver a disfrutar de la sensación de sorpresa cuando escuchas algo nuevo es algo que ningún melómano puede dejar de permitirse. Una propuesta que describe el espíritu de ciudades nocturnas, silenciosas, sibilinas, turbulentas, hermosas… 
Es algo que nadie debería dejar pasar.

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